Armando Solís (1940)

Armando Solís (1940)

Nació en San Salvador, en 1940. Tomó clases de Dibujo y Pintura Infantil con José Mejía Vides en la Escuela de Artes Gráficas (1949-1956). En 1956, abrió su propio taller de pintura de retratos, el cual mantuvo abierto hasta final de los 70. En 1957, ingresó como aprendiz del chileno Luís Vergara Ahumada hasta 1959. En 1961, asistió a la Escuela de Artes Plásticas, donde estudió con el escultor salvadoreño Valentín Estrada y con el artista español Benjamín Saúl hasta 1967. Entre 1967 y 1974, fundó, junto con Mejía Vides, Camilo Minero y Mario Escobar, la Casa del Arte, localizada sobre la capitalina calle Arce. En 1973, viajó a México para estudiar Xilografía en la Escuela de Arte “La Esmeralda.” En 1977 fue becado por la OEA para estudiar litografía en la Universidad de Costa Rica. Al regresar al país, continuó su educación en la Escuela Nacional de Artes Gráficas, donde estudió Grabado y Mural con su antiguo profesor Mejía Vides. Ha tenido una larga trayectoria como docente, comenzando en 1967 con Clases de Dibujo y Pintura Infantil en la Extensión Cultural de la Universidad Nacional de El Salvador. Allí impartió clases de Dibujo y Pintura (1980-1985) y Grabado (1992-1995). Adicionalmente ha impartido clases de Dibujo y Pintura en la Escuela Técnica “Carlos Alberto Imery” (1971-1972) y de Grabado y Teoría en el Departamento de Diseño Gráfico de la Universidad “Dr. José Matías Delgado” (1986-1987). Fue fundador y vicepresidente de la Asociación de Artistas Plásticos de El Salvador (ADAPES) entre 1990 y 1992. Desde 1997 hasta la fecha es propietario y director de la Escuela de Arte Creativo “Armando Solís” en San Salvador. De 1993 a 1998 fue fundador y director de la Pinacoteca “Roque Dalton” de la Universidad de El Salvador (UES).

La obra de Solís incluye pintura, dibujo, grabado y escultura. Según la psicóloga y periodista cultural Ruth Grégori, “Su pintura comprende dos etapas claramente diferenciadas por un estilo predominante. La que abarcó sus años de juventud y los primeros de la edad adulta, que él califica como su etapa expresionista: ‘Ahí es donde nacieron las primeras, deformadas, eran casi obras biográficas, era lo que sentía, lo que sufría en ese tiempo, entonces quedó plasmado en mis cuadros.’ La segunda, que inicia en los años noventa, luego de un viaje a Europa…En este nuevo estilo predomina el tema de la figura humana, sobre todo la mujer, aunque siguen presentes otros motivos como el paisaje y el tema social.” Entre las obras más reconocidas de Solís se encuentran varios monumentos como el de Roque Dalton (1987) en la Universidad de El Salvador y el de José Mejía Vides (1995) en el Centro Cultural Salvadoreño. Solís también es escritor y ha publicado varias biografías de artistas nacionales y extranjeros. Formó parte del grupo literario “Cinco Negritos” y en la actualidad forma parte del Proyecto Cultural del partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Rostros en blanco y violeta, 1974, Óleo sobre panel, 58 x 73 cm, Colección Museo Forma

Ha celebrado exhibiciones individuales en El Salvador, Guatemala, Costa Rica, México y Estados Unidos. Ha participado en numerosas exhibiciones colectivas en Norte, Centro y Sur América, el Caribe, Europa y Asia. Entre ellas se destacan la Segunda Bienal de Grabados de Buenos Aires, Argentina en 1970; el II y III Certamen Centroamericano y Panamá XEROX en Nicaragua (1977) y San Salvador (1979); la IV, V y VI Bienal de Grabado Latinoamericano de Puerto Rico (1979, 81 y 83); la II Bienal de La Habana en 1986; la I y II Bienal de Artes Gráficas del Museo de Arte Contemporáneo Hispano (MOCHA) en Nueva York en 1986 y 88; la V Bienal de Grabado de Taiwán en 1991; y la X Bienal Iberoamericana de Arte (Grabado) del Instituto Domecq en México en 1995. Solís ha recibido múltiples premios, entre los cuales destacan las Menciones en Pintura y Grabado de Juannio, Guatemala en 1968, 69, 70 y 71 y el Diploma de Honor de la Primera Bienal del Grabado en Mendoza, Argentina en 1978. Adicionalmente, recibió un Diploma de Honor de la Ciudad de Ahuachapán en 1974 y el reconocimiento de Pintor Distinguido de la Asamblea Legislativa de El Salvador en 2004. En 2005 se publicó el libro Armando Solís, El camino del dolor y la belleza del arte.