Pierre de Matheu (1900-1965)
Pedro (Pierre) de Matheu nació el 5 de junio de 1900 en la ciudad de Santa Ana, El Salvador. A los tres años partió junto con su familia para Europa, donde viviría el resto de su vida. Su formación artística se desarrolló en París, por lo que alternó su vida entre este país y España, donde residían sus familiares. Además de tener su propio estudio, trabajó por muchos años en los talleres del pintor Castelucho y del ruso Alexander Altmann, ambos afincados en París y de gran influencia sobre él. Desde muy temprano participó en múltiples exposiciones colectivas e individuales.
Además de la pintura, donde su tema predilecto era el paisajismo, también incursionó en la decoración de interiores. Se le asocia con la tradición impresionista y fauve, muy característicos del primer cuarto de siglo parisino.
En mayo de 1923 ocho de sus cuadros fueron mostrados en la inauguración de la Casa de América Latina, situada en la capital francesa. Pocos meses más tarde, fue electo miembro de la Academia Internacional de Bellas Artes (París). En 1925 expuso en la galería parisiense Petit. En octubre de 1926, obsequió varios de sus cuadros a la municipalidad de su ciudad natal.
Para Juan Fernández Lacomba: “…en la figura de Pedro de Matheu y su personalidad artística confluyen diferentes circunstancias y hechos. En primer lugar, la de poseer la nacionalidad salvadoreña, aun cuando los ancestros y familiares del artista eran oriundos españoles… También la condición de ser él mismo, e hijo también de diplomático, le proporcionaron un carácter y una educación que a lo largo de su vida le harán ser un personaje refinado, culto y abierto a novedades, algo muy singular en el contexto artístico español en concreto, y prácticamente desconocido en el mundo hispano en general.”
En 1941 expuso por primera vez en El Salvador en la Sala del Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1950 coincidió en París con el pintor salvadoreño Carlos Cañas, con quien compartió desde entonces una gran amistad. Un año más tarde, participó en la I Bienal Hispanoamericana de Arte en Madrid, representando a El Salvador junto con Julia Díaz, Carlos Cañas, Raúl Elas Reyes y Noé Canjura.
En 1954 visitó El Salvador por primera vez desde que partió como niño y se quedó como huésped de su hermano que reside en Sonsonate, para realizar su segunda exposición en el país en la Junta Nacional de Turismo de San Salvador.
Falleció en la capital española, el 22 de abril de 1965. Mucha de su obra se conserva en la Fundación Manuel de Falla Matheu, en España, debido a los lazos parentales que lo unieron con ese gran guitarrista ibérico.