Ernesto "San" Avilés (1932-1991)

Ernesto “San” Avilés nació en Santa Ana, en 1932. Entre 1950 y 1954 hizo sus estudios artísticos en la Academia de Dibujo y Pintura del maestro español Valero Lecha. En 1956 fue becado por el gobierno salvadoreño para asistir a la Real Academia de Artes San Fernando en Madrid, España, donde permaneció hasta 1959. En ese mismo año fue becado para estudiar Arte Abstracto y Pintura Contemporánea en la Academia de Arte Julian, en París, Francia, donde ganó un premio y terminó sus cursos en 1961. Vivió el resto de su vida en París, realizando estudios formales e informales en Europa. En 1972 asistió a La Stamperia dello Stato, en Roma, Italia, donde estudió grabado. Falleció en la capital francesa, en 1991.

Aunque su obra ha sido descrita como ultrarrealista, hiperrealista, surrealista y hasta miniaturista, queda claro que la tradición del realismo europeo es de importancia en su obra. Su estilo minucioso incluye técnicas en pintura como el temple al huevo, óleo, acrílico, acuarela y encáustica; y dibujos en carboncillo, lápiz, pastel seco y graso, bolígrafo, y tinta china entre otros. Según Mariano Castro Magaña, San Avilés sigue “una tradición realista característica de los pintores españoles del Siglo de Oro. Sin embargo, las imágenes y figuras de San Avilés fueron representadas en un estilo hiperrealista y surrealista único en el arte salvadoreño. En las pinturas religiosas de San Avilés se observa una mezcla de clasicismo y erotismo. Al situar las escenas religiosas en un contexto moderno, San Avilés logra proporcionar una calidad erótica y surrealista.”

San Avilés “glorifica el sufrimiento: el deseo carnal sólo se redime en el dolor y en el sufrimiento.” Los temas centrales en su obra incluyen el deseo y la imperfección de la belleza, imágenes religiosas, el masoquismo, y las prohibiciones del Edén. Imágenes que recurren en sus obras son: el cuerpo masculino, las frutas, las moscas, los paisajes surrealistas, los fluidos del cuerpo y telas que hacen referencia a ataduras, manteles, sudarios, o el mismo lino sobre el que pinta. A menudo trabajó en series, entre las cuales desarrolló pinturas en miniatura, varias imágenes de San Sebastián y dibujos sobre temas eróticos.