Enrique Salaverría (1922-2012)
Enrique Salaverría nació en Sonsonate, en 1922. En 1942 se dirigió a México a estudiar arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma, de la que se graduó en 1949. Al siguiente año se graduó como escultor de la academia mexicana de San Carlos. Durante este tiempo fungió como aprendiz con los artistas mexicanos Ignacio Asúnsolo, Francisco Zúniga y Lorenzo de Ixtapalpa.
Salaverría regresó a El Salvador en 1950 a ejercer como arquitecto y enseñar en la Universidad de El Salvador en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura hasta 1957. Entre los logros arquitectónicos más importantes de su carrera están la primera casa de arquitectura funcional en San Salvador, el diseño de la Capilla de San Benito (conjunto con el arquitecto Balzzaretti), la fundación de la Escuela de Arquitectura y el Grupo Salvadoreño de Arquitectos que luego pasaría a ser el Colegio de Arquitectos de El Salvador. Durante los 1970’s, estudió cerámica en Australia, Nueva York, Taiwán y Nueva Zelandia. En 1978 dejó la arquitectura y se dedicó exclusivamente a la cerámica y la escultura, ramas del arte que ha trabajado por más de 40 años. En la década de los 90’s abrió el Museo de la Escultura. Según la Dra. Bélgica Rodriguez, “[Salaverría es…] de amplia formación académica y [un] vasto bagaje cultural,…no ha dejado de producir en todo su desarrollo artístico, como participante activo del desarrollo cultural nacional, desde mediados de siglo.“
Según su amigo, el escritor Álvaro Menen Desleal, “Enrique Salaverría es el gran escultor salvadoreño, y uno de los mayores y más doctos ceramistas del continente americano.” Las esculturas de Salaverría son trabajadas en diversos materiales como el bronce, hierro, piedra, cerámica policromada, y madera. El estilo de su obra varía entre representativo, abstracto, o surrealista; representando la figura femenina, caballos y retratos. Entre los monumentos que ha creado están los de Romero Alvergue, el general Francisco Morazán y Francisco Gavidia. Según la Dra. Rodriguez, “Una de las propuestas escultóricas de Enrique Salaverría, se refiere a la destrucción de la forma figurativa para re-construirla en un orden lógico dentro de la escultura aérea. Por otro lado, Salaverría juega con ciertos componentes surrealistas, utilizándolos como variables de fórmulas complicadas.”
Director de su propio Museo de la Escultura, ha celebrado exposiciones individuales y colectivas en El Salvador, México, Costa Rica, y Guatemala. Le fue otorgado el Premio Nacional de Escultura de Guatemala en 1953. En el concurso promovido en 1953 para el diseño del Monumento a la Revolución, obtuvo el segundo lugar en conjunto con los arquitectos Francisco Balzzaretti y Ernestino Martínez Sigui. Obtuvo una mención en el Concurso Centroamericano de Cerámica en Costa Rica, en 1990.